la primera vez que nos vimos con santi -después de la primera vez que nos habíamos visto en nuestras vidas comiendo una pizza con kane, que era nuestro amigo en común- nos encontramos en santa fé y sánchez de bustamante. era verano, febrero, un día de semana a la noche. fumamos y caminamos por coronel díaz hasta honduras y terminamos tomando ron con cola en un bar a la vuelta de su casa. después fuimos a su casa y yo estaba de la gorra, re calma sentada en el sofá, cuando me dice: yo le pego a mis papás. imaginate que me podía haber comido el antiflash de mi vida y medio que re daba para perseguirse o mínimamente plantearme tipo qué hacía yo de la gorra en la casa de un chabón que había visto dos veces en mi vida y me estaba contando que fajaba a los viejos. ni se me ocurrió, o sí pero lo descarté al toque. lo miré seria, me miró serio y nos empezamos a reír. el pibe es un groso del delirio.